En algún momento entre los 40 y los 50, el pelo empieza a cambiar las reglas. Se cae donde querés que se quede… y aparece donde no lo esperabas (hola, mentón). La cola de caballo ya no tiene el mismo volumen. La raya se ensancha. El secador deja más daño que antes.
Bienvenida al enigma capilar de la mediana edad: menos en la cabeza, más en la cara. Pero no te asustes. Es común. Y lo mejor: tiene solución.
1. CAÍDA DE CABELLO EN LA CABEZA
Es uno de los primeros signos. Menos volumen, entradas que avanzan o más pelo en el cepillo. La baja de estrógeno puede desencadenar una caída de patrón femenino.
Qué ayuda:
- Actuar cuanto antes. Cuanto antes se trate, mejores los resultados.
- Minoxidil tópico está aprobado para mujeres y puede ser muy efectivo.
- Terapias con láser de baja intensidad estimulan el crecimiento.
- Revisar estrés, alimentación y niveles de hierro. El pelo refleja la salud general.
2. VELLO FACIAL INDESEADO
Con menos estrógeno y más andrógenos, puede aparecer vello en mandíbula, labio superior o barbilla.
Qué ayuda:
- Depilación láser para resultados duraderos.
- Cremas recetadas que frenan el crecimiento.
- Evitar la cera si tenés la piel más fina. Puede lastimar. Consultá con un dermatólogo para opciones seguras.
3. CAMBIOS DE TEXTURA Y FUERZA
El pelo puede volverse más fino, quebradizo o apagado.
Qué ayuda:
- Shampoos sin sulfatos y ricos en hidratación.
- Tratamientos de nutrición intensiva una vez por semana.
- Reducir el uso de calor, y siempre usar protector térmico.
- Un buen corte puede transformar tu look. Elegí uno que se adapte a tu textura actual.
El pelo es emocional. Es parte de nuestra identidad. Pero también cambia. Y vos, sabés adaptarte.Call to action:
Descubrí guías, productos y testimonios reales en Menopausia.com.
No estás perdiendo belleza. Estás redefiniéndola.