(Basado en las recomendaciones de la American Academy of Dermatology Association)
A esta altura de la vida, tu piel ha sido testigo de todo: lágrimas, logros, aprendizajes y comienzos. Pero ahora… parece tener su propio “climaterio”. De repente se pone seca. Aparecen manchas. Y cualquier roce se transforma en moretón. Bienvenida al nuevo capítulo: la piel en la menopausia.
A medida que bajan los niveles de estrógeno, la piel pierde humedad, firmeza y capacidad de recuperación. Pero no todo está perdido. Con pequeños cambios (y buena información), tu piel puede seguir acompañándote con fuerza y belleza.
SEQUEDAD
La piel pierde su capacidad de retener agua. Resultado: se vuelve áspera, tirante, incómoda. Especialmente en climas secos o ambientes calefaccionados.
Qué ayuda:
- Usar limpiadores suaves, nunca jabón ni barras desodorantes.
- Hidratar siempre después del baño y cada vez que la piel lo necesite. Busca productos con ácido hialurónico o glicerina.
- Consultar al dermatólogo antes de exfoliar. Con la piel más fina, algunos tratamientos caseros pueden dañarla.
DAÑO SOLAR Y MANCHAS
Las horas al sol sin protección dejan huellas. Y con la edad, también aumenta el riesgo de cáncer de piel.
Qué ayuda:
- Usar protector solar de amplio espectro (FPS 30+) todos los días, sí, incluso en invierno.
- Agendar un control dermatológico anual.
- No te automediques con cremas despigmentantes. Algunas manchas podrían ser lesiones peligrosas. Solo un profesional puede diagnosticar correctamente.
MORETONES Y PIEL DELICADA
Menos estrógeno = piel más fina = moretones inesperados.
Qué ayuda:
- El protector solar es clave. No engrosa la piel, pero evita que se siga afinando.
- Consulta dermatológica. Algunas opciones incluyen cremas con retinoides o tratamientos con láser.
No se trata de cambiarlo todo, sino de entender lo que tu piel necesita en esta etapa. No te está fallando. Está atravesando una transformación más.Y en Menopausia.com, celebramos esa transformación contigo.